Mis obras nacen de la libertad, forzando ese espacio donde las reglas pierden arraigo y las ideas toman impulso, propiciando que el proceso de creación se convierta en objeto de arte.

Intento que cada obra tenga una conexión y sobre todo que sea una invitación a sentir. Cuando la mires, no te detengas a pensar si la estás interpretando correctamente.  Cierra los ojos un momento y luego vuelve a mirar. Siente su belleza. Siente la armonía que la envuelve. 

Una obra de arte en tu casa es una presencia con la que conectas, que conversa con tus emociones y te provoca sensaciones nuevas mientras habita tu hogar.

No busques la lógica en mis creaciones, porque no la hay. No busques perfección en la técnica ni rigidez en las normas. Busca esa conexión que se establece cuando las creo y la emoción que despierta en mi interior.

En lo que creo, no existen certezas. Cada línea, cada color, cada textura se convierte en una invitación a sentir, a interpretar, a conectar.

No te digo qué pensar. Tuya es la libertad de descubrir lo que yace dentro.